La huella de carbono mide las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la actividad humana. Cada vez que viajamos en coche, cargamos el teléfono móvil o ponemos una lavadora, entre otras miles de rutinas, dejamos atrás una estela de gases que se acumulan en la atmósfera y sobrecalientan el planeta.
El término huella de carbono se refiere a la cantidad de emisiones de carbono que causa cada año. La huella de carbono global promedio, es hoy en día de aproximadamente 5 toneladas equivalentes de dióxido de carbono por año; pero en el mundo occidental, el promedio de emisiones de carbono per cápita es el doble. Para limitar el calentamiento global a un máximo de 2 grados centígrados, debemos reducir nuestra huella de carbono a menos de 2 toneladas equivalentes de dióxido de carbono por año.